Vivimos tiempos difíciles para la foto impresa y el negativo. Son tiempos donde todo lo queremos de inmediato. La comercialización de la fotografía digital y las redes sociales han cambiado nuestra percepción sobre la función de una foto.
Y peor es la situación para la fotografía con negativos, donde hay que esperar a un revelado y luego la impresión de nuestrass fotos. Un proceso todavía más largo que ya no va con muchos de nosotros.
Quizá es el momento de hacer una reflexión. Quizá estamos convirtiendo la fotografía en algo banal, pasajero y efímero.
¿Acaso ya no nos interesa la percepción que tendrán futuras generaciones sobre lo que estamos haciendo?
Lo admito...yo soy un fanático de la fotografía con negativos y las impresiones. Para mí, el hecho de tener algo que sentir, oler y tocar no tiene comparación. El olor de una foto vieja no tiene comparación. Y el olor y textura de un negativo casi es un proceso erótico en mi caso.
Me he esforzado por revalorizar de diferentes maneras ambos procesos. Algunas veces con éxito, pero es difícil nadar contra corriente. Los negativos son cada vez más caros y cada vez son menos los laboratorios que hacen revelado. Promover la impresión de una foto es más fácil, pero aún así, casi nadie lo hace. Hemos promovido la impresión de fotos por medio de Exposiciones colectivas. Ojalá y eso promueva más la impresión de fotos.
Porque, admitámoslo: difundirlas por Facebook, no es lo mismo
Atte.
Carlos Rodríguez
Promotor de las impresiones y el uso de negativos
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