De nueva cuenta tuvimos la fortuna de conocer a una familia tan singular, que es imposible no sentir una conexión. Y esta vez, fue un poco más allá, porque sentirse en familia es una descripción menor de lo que realmente sentimos. En verdad se trató de una conexión casi espiritual. Dios los hace y solitos se juntan, nada más cierto que eso. Y no exagero.
Les presento una crónica visual de los XV años de E. Dos sesiones maratónicas que culminaron en una bella fiesta llena de emoción y ambiente familiar. La fiesta se realizó el 17 de diciembre en el Club Campestre. ¡Felicidades!!!
Carlos Rodríguez
Fotógrafo de Coatzacoalcos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario