Por Carlos Rodríguez
La belleza y valor explícito es fácil de entender: es aquel que es casi inmediatamente accesible. Por ejemplo: la mayoría de los retratos y paisajes. Su belleza, valor o significado son claros y concretos.
En la fotografía no explícita (no existe una palabra que sustituya con claridad este concepto), la foto tiene, en algún nivel de aproximación (toda la foto o una parte) elementos incomprensibles en primera instancia. Y sólo después de una verdadera observación de las formas, colores, texturas y signos es que uno puede entender la totalidad de la foto. La estética, valor y significado es, en sí misma, más compleja.
Además de ser más complejas, pueden contener capas de significado y valor, superpuestos. Puede significar varias cosas o ser ambigua, puede contener valores contradictorios, además de otros valores en distintas porciones de la misma foto.
En lo particular, soy un fiel creyente que el paso natural en el desarrollo de un fotógrafo es evolucionar hacia la fotografía no explícita. Un tipo de fotografía que es fascinante de explorar. Ademas, la fotografía tradicional sigue siendo el pan de todos los días en la fotografía comercial, pero cada vez hay más clientes con un ojo fotográfico más desarrollado que exigen ir "más allá". La fotografía no explícita es el camino a seguir. Eso, sin contar que la mayoría de las exhibiciones fotográficas serias toman en cuenta sólo la fotografía de este tipo.
El tipo más común de fotografía no explícita es aquella en la que las formas no son claramente discernibles. El observador tiene que revisar con cuidado todas las partes de la foto hasta encontrar el sentido y razón de ser de la misma.
Otro tipo de fotografía no explícita es donde se superponen diferentes tipos de valores, incluyendo (pero no necesariamente) el estético. Diferentes capas de significados son muy comunes en este tipo de fotografía. Estética, valor y significado se mezclan de un modo complejo y no necesariamente apreciables a primera vista.
Finalmente, otro tipo de fotografía no explícita es aquella donde está implícita una historia, varias o una historia ambigua
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